“Pensé una cosa
curiosa. Hace tres días que no me viene nada de la lejana.
Tal vez ahora no
le pegan…”
Julio cortázar
El grito ajeno de mis entrañas corrompidas
y el sabor de las palabras rotas
me estremece,
debilita el canto ensimismado en una mala fábula.
El frio, suma una memoria retrasada
en los confines de mi escritura sonora,
nada más que sonora.
Retumba el tímpano incómodo,
ocultando pasajes despedidos sólo por la boca.
Mis labios articulan
el alma que no hubo para mí,
-que estrecha de placer inconsciente-
rememora desde las prisas
acurrucadas bajo mis manos,
aquellas manos que sacuden
estaciones frenéticas,
el mar tornasolado
y el asilo bajo el nicho de
un otoño perdido.
La narcótica aurora cimienta el sueño
Y entonces, extirpo el vientre asolado sobre la mesa,
inventado, dulce, inmenso como una caricia desordenada.
Una lengua extranjera
Escarba retazos del sentido.
Juega el destino y desoriento
El abismo.